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sábado, julio 06, 2013

General Rafael Urdaneta Heroe Venezolano PATRIOTA


General Rafael José Urdaneta Farías: Nació en Maracaibo Edo. Zulia, Venezuela, el 24 de octubre de 1788 y murió en París el, 23 de agosto de1845; Militar y político activo en la Guerra de Independencia de Venezuela y Colombia. Hijo de Miguel Jerónimo Urdaneta Berranechea y de María Alejandrina Farías Troconis de Urdaneta, ambos descendientes de españoles.
Héroe Epónimo de varias Entidades entre las que se cuenta el Municipio Urdaneta del Edo. Lara.

Hizo sus estudios de primaria en su tierra natal; después pasó a Caracas donde cursó latinidad y vuelto a Maracaibo, en 1799, estudió filosofía en el convento de franciscanos. Con el fin de ampliar su formación intelectual, viajó a Santa Fe de Bogotá en 1804, llamado por su tío Martín de Urdaneta y Troconis, quien desempeñaba el empleo de contador mayor del Tribunal de Cuentas.

El 20 de julio de 1810 se incorporó al movimiento revolucionario que estalló en Santa Fe en aquella fecha.
En 1811, con el grado de teniente, bajo las órdenes del capitán Antonio Baraya, hizo la campaña del sur de Nueva Granada y estuvo en la batalla del Bajo Palacé (28 marzo) contra las fuerzas del coronel Miguel Tacón.

El 12 de octubre de ese año ascendió a capitán. En marzo de 1812 salió de Santa Fe, integrante de una fuerza que, bajo el mando de Baraya, debía operar en Tunja. El 24 de mayo del mismo año, con Baraya y los oficiales de éste, firmó el Acta de Sogamoso, por la cual desconocían la autoridad de Antonio Nariño.


Estuvo presente en los combates de Palo Blanco (19 julio), Charalá (21 julio) y Ventaquemada (2 diciembre); acciones de la guerra civil que sostuvieron los federalistas (mandados por Baraya) contra los centralistas (acaudillados por Nariño). El 9 de enero de 1813 combatió en la batalla de Santa Fe de Bogotá (Baraya contra Nariño) y se contó entre los prisioneros capturados por Nariño, el vencedor de la jornada. Es uno de los oficiales enviados por el gobierno de la Unión a las órdenes del brigadier Simón Bolívar, en abril o mayo de 1813, cuando éste, en Cúcuta, preparaba la invasión a Venezuela en la llamada Campaña Admirable, en la cual tomó parte.
Ya invadida Venezuela, sale vencedor en Carache y Agua de Ovispo, como mayor General se une con Ribas en Bocono, juntos triunfan en la desigual batalla de Niquitao (2 julio), ocupan a Barinas, Araure y San Carlos con Girardot, D'Elhugar y otros, obtiene la victoria aplastante de Sabana de Taguanes junto a Bolívar (31 julio). Que libra el Camino de Valencia. Terminada la campaña, marchó a Puerto Cabello y en combinación con el teniente coronel Atanasio Girardot, peleó contra las fuerzas realistas de aquella plaza. En septiembre recibió el despacho de teniente coronel efectivo que le enviaba el gobierno de Nueva Granada y en pujante avance, entra victorioso en Caracas el 6 de Agosto.

Combatió en la batalla de Bárbula (30 septiembre) en donde vio caer a su lado herido de muerte, a Girardot. El 5 de octubre de dicho año fue ascendido a coronel vivo y efectivo. 

La brillante actuación de Urdaneta durante la Campaña Admirable , le había valido a Bolívar para que lo definiera como “el más constante y sereno Oficial del Ejército”. Ascendido con el grado de general de brigada por el Libertador y la orden de tomar el mando de las fuerzas que obrarían sobre Occidente y Coro, le tocó con Bolívar, sufrir la Ruta de Barquisimeto, pero reuniendo los dispersos grupos, obtuvo el desquite en la memorable y sangrienta Batalla de Araure. 

A finales de 1813, Urdaneta estableció su Cuartel General en Barquisimeto y comenzó operaciones contra Coro, batiendo en Baragua a Reyes Vargas, quien se une después en Carora al Ejercito Patriota, pero

Urdaneta al saber la situación de García de Sena voló en su auxilio pero no obtuvo éxito. Volvió a Barquisimeto en posición ya crítica, pues tras la derrota de los patriotas en La Puerta , había enviado parte de sus tropas en auxilio al Libertador, se aprovechó Cabello de esa circunstancia y trancándolo con fuerzas superiores le obligó a retirarse y refugiarse en la ciudad de San Carlos donde resistió el sitio que le impuso el coronel Sebastián de la Calzada (10 y el 17 de marzo de 1814), cuyo cerco rompió con inteligencia y gallardía con solo 25 hombres tras 8 días de estrecho sitio, resolvió Urdaneta abrirse paso a Valencia, lo que efectuó con increíble temeridad, salvando hasta los heridos. Allí recibió de Bolívar la siguiente orden: “Defenderéis a Valencia, Ciudadano General, hasta morir, porque perdiéndola se pierde la República ”. Orden que Urdaneta al cumplirla, escribiría una de las páginas más gloriosas de la historia. Con tan solo 280 hombres debía defender la ciudad contra más de 3.000 hombres comandados por el brigadier José Caballos, que le había puesto sitio (20 marzo-2 abril). Limitada la plaza, sin subsistencia ni agua, la situación hubiera sido insostenible de no haber mediado su indomable energía. Resuelto a morir sin rendirse, dio la orden de retirarse al cuartel, en caso de asalto, para volar con él, antes que entregarse. Tras días de tenaz asedio, y cuando la guarnición se había reducido a menos de la mitad, resolvió el enemigo retirarse el 3 de Abril de 1814, y Urdaneta se cubre de Gloria.

Con Bolívar combatió en la primera batalla de Carabobo (28.5.1814) donde se cubre de glorias, obtenida la victoria, se ocupó de la persecución de los vencidos, mandando la Vanguardia. Salió a Barquisimeto en persecución de Cajigal, con 600 hombres de tropa y una emigración que aumentaba diariamente. Rodeado de enemigos, su situación se tornaba difícil, por lo que trató de llegar a San Carlos y comunicarse con Bolívar, y no sin antes derrotar al enemigo en Camoruco y Las Brujitas, repitió la hazaña de penetrar en la plaza rompiendo las filas españolas. 

Tuvo allí noticias de la terrible derrota de Bolívar en La Puerta, en la cual fue derrotado por José Tomás Boves, (15.6.1814) y el insostenible sostenimiento de Valencia. La patria se derrumbaba. Siguió a El Tocuyo, donde le fueron confirmadas las fatales nuevas: La retirada del Libertador a Oriente y la pérdida total de la República. Urdaneta emprendió la retirada hacia Nueva Granada, perseguido por las tropas de Calzada. En Tunja puso sus tropas a la orden de Bolívar quien, desde Carúpano, había emigrado hasta allí. Con Bolívar operó en Santa Fe de Bogotá contra Manuel Bernardo Álvarez (diciembre 1814), y como resultado de dicha acción, fue ascendido a general de división el 5 de enero de 1815.

A comienzos de 1815, con un batallón, marchó a la frontera de Cúcuta, amenazada por Calzada y el teniente coronel Remigio Ramos. El 25 de noviembre de 1815 fue derrotado en el combate de Chitagá por Sebastián de la Calzada cuando este jefe, desde Guasdualito, marchaba con una división hacia Santa Fe de Bogotá.
Como consecuencia de este revés, Urdaneta fue llamado a Tunja para que diera cuenta de su conducta y fue absuelto a comienzos de 1816. Ese mismo año fue enviado a Casanare en busca de soldados de caballería destinados a la formación de una unidad de esta arma.

La ofensiva del general Pablo Morillo en Tunja y áreas adyacentes, dejó sin efecto esta comisión; entonces pasó al Apure, donde se puso al lado del Coronel-general José Antonio Páez, y con este jefe llevó a cabo algunas acciones, entre ellas, la batalla de El Yagual (11.10.1816). 

A comienzos de 1817 pasó a Barcelona, a las órdenes de Bolívar, y cuando éste marchó a Guayana en marzo de dicho año, Urdaneta quedó con el general en jefe Santiago Mariño, hasta agosto del mismo año cuando se incorporó nuevamente a las fuerzas de Bolívar en la Antigua Guayana y de la División de Piar, cuyo proceso había comenzado. 

En comisión importante, remonto el Arauca, y atravesando las líneas enemigas, logró establecer comunicación con el ejército de Apure. En 1818, como segundo Jefe del Ejército, invadió el centro y fue nombrado Gobernador de la Provincia de Caracas. De esta manera, y con mucha diplomacia logra que Mariño reconozca la autoridad de Bolívar, en la incursión sobre los valles de Aragua y batalla de Semén (16 marzo) recibió una herida leve. 

En 1819 abrió operaciones en Margarita contra las costas de Barcelona y Cumaná, como parte de los planes de Bolívar para la campaña de liberación de Nueva Granada; el 18 de julio tomó el Morro de Barcelona y el 22 del mismo mes la ciudad de Barcelona; de allí siguió hacia Cumaná donde trató de tomar la batería de Aguasanta los días 3 al 5 de agosto.
De regreso de Nueva Granada, Bolívar lo nombró comandante de la Guardia de Honor, por muerte de su titular, el general de división José Antonio Anzoátegui. A mediados del año 1820, le tocó, con Briceño Méndez, contestar a las comunicaciones de Morillo, que pretendía un acuerdo, prólogo éste, del Armisticio de Santa Ana. 

En 1821 condujo desde Maracaibo su división a través de la provincia de Coro, a la cual liberó, y de allí siguió hacia San Carlos a la concentración que hacía Bolívar en aquella ciudad, para llevar a cabo la ofensiva final contra los realistas mandados por el mariscal de campo Miguel de la Torre, en Carabobo. Desde Barquisimeto, la división fue conducida por el coronel Antonio Rangel, pues Urdaneta se vio imposibilitado para hacerlo, debido a serios quebrantos de salud. Como compensación a sus quebrantos y dolores el 17 de julio del mismo año fue ascendido a general en jefe. En 1822 ejerció el cargo de comandante general del departamento de Cundinamarca y presidente de la Comisión de Repartimiento de Bienes Secuestrados. Ese mismo año, el 31 de agosto, contrajo matrimonio con la bogotana Dolores Vargas París y Ricaurte. Entre 1823 y 1824 ejerció la presidencia del Senado de Colombia y desde marzo de 1824 hasta julio de 1827 gobernó como intendente, el departamento del Zulia. En ese mismo año Bolívar decide nombrarlo General en Jefe del Ejército, con el mismo cargo marchó a Bogotá, entonces Bolívar le escribía: “Ud. es el Jefe sobre el cual marcha esta máquina que se llama Colombia”, y ocupó el puesto de Comandante General de Cundinamarca hasta 1828. Desde 1828 hasta 1829 desempeñó la cartera de Guerra y Marina, luego trató de salvar la obra bolivariana y la unidad de la Gran Colombia y se encargó de la máxima magistratura de Colombia, siendo el último presidente de la Gran Colombia.

Enérgica fue su actuación el 25 de septiembre, cuando la frustrada tentativa contra El Libertador, y como Comandante que era, votó la muerte contra los principales conjurados, sin hacer distinciones. Miembro del Congreso Admirable en el año 1830, y de nuevo Comandante General, y después de la renuncia de Mosquera, por aclamación de todos los partidos, asumió la de Jefe Provisional del Gobierno que proclamó la dictadura de Bolívar, rigió los destinos de la República desde septiembre de 1830 hasta abril de 1831, fecha en que, muerto El Libertador, por efecto del Convenio de las Juntas de Apulo, renunció en favor del general de brigada Domingo Caicedo. Ese año abandonó Nueva Granada y se trasladó a Curazao, donde permaneció hasta fines de 1832. Fijó entonces residencia en la provincia de Coro, cerca de Churuguara, entregado a las faenas del campo. En 1834 se trasladó a Maracaibo, comisionado por el gobierno, para restablecer el orden constitucional. En 1835 como Segundo Jefe del Ejército de la República, salió en defensa del Presidente Vargas, actuó nuevamente contra el movimiento reformista encabezado por Pedro Carujo. Su vista decaída, lo obligó a volver a Coro, pero en 1837, al salir Senador por esa provincia, y ser nombrado por Soublette secretario de guerra, se trasladó definitivamente a Caracas, rodeado de la estimación de sus antiguos amigos de gloria, en 1837 el presidente de la República lo nombró secretario de guerra, en 1838, pacífico de nuevo a Maracaibo, pero el año siguiente, casi ciego, se vio precisado a separarse del Ministerio a su cargo y solicitar, por honrosa pobreza, la pensión de invalido.

El 1842, lo nombran Gobernador de la provincia de Guayana, y en delicada misión, en su condición de presidente de la Sociedad Bolivariana; tuvo después la honra, justa y merecida por más de un título, de comandar las tropas cuando la traída de las cenizas del Libertador, vistiendo entonces uniforme militar por última vez. Hay que destacar que el general Rafael Urdaneta siempre honró su amistad y fidelidad al Libertador en sus acciones.

En 1843 durante el Gobierno de Soublette volvió a la cartera de Guerra y Marina, donde permaneció hasta su muerte. En 1845 partió para España con la investidura de enviado extraordinario y ministro plenipotenciario ante el gobierno de aquel Estado, con el encargo especial de canjear las ratificaciones del Tratado de Reconocimiento, de Paz y Amistad, celebrado en Madrid el 30 de marzo de ese año y aprobado por las cámaras del Congreso de Venezuela

Durante el viaje hizo escala en Londres y allí se sometió a un examen médico, pues sus viejas dolencias de la vejiga habían hecho crisis. Los facultativos le indicaron la necesidad de una intervención quirúrgica; pero Urdaneta, deseoso de llevar a feliz término la comisión que le condujo a Europa, aplazó el tratamiento y partió para París.

Al llegar a esta ciudad se agravó, y antes de su muerte se le insinúo la conveniencia de hacer el testamento, a lo que respondió; “ Solo tengo y dejo, una viuda y once hijos en la mayor pobreza ”. Su viuda Doña Dolores Vargas París con quien caso en 1822, sus hijos ocho varones y tres hembras. (Rafael, Luciano, Octavio, Adolfo, Eleazar, Neptalí, Amenodoro, Susana, Rosa, Dolores y Rodolfo. 

Poco antes de morir ordena a sus hijos Rafael y Luciano que lo acompañan en el supremo trance, devolver al Gobierno de Venezuela los sueldos que le habían sido avanzados por el trabajo diplomático que ya no podía cumplir. (Luego se encargaría Fermín Toro de terminar esta encomienda).

El General en Jefe Rafael José Urdaneta falleció en París el 23 de Agosto de 1.845. Su hijo mayor en carta a Soublette el 30 de Agosto de 1845 dice, “Mi padre deja a una larga y desgraciada familia, sumida en la orfandad, en la miseria, en la mayor desesperación”. Su desaparición fue doblemente infausta, porque era el candidato de todos los partidos para el próximo periodo presidencial, lo que hubiera evitado grandes males a la Patria. Rafael Urdaneta, reunió todas las virtudes de un gran militar: Valor Temerario, constancia, decisión, serenidad, y fue entre los Tenientes de Bolívar, junto con Sucre, el de más conocimientos estratégicos.

Había sido distinguido con la Orden de los Libertadores de Venezuela. Su actuación guerrera puede resumirse así: Once años continuos de campañas militares en los cuales libró 20 batallas campales, sostuvo 9 sitios, 2 asaltos a fortalezas y actuó en más de cien encuentros, entre los que destacan: Niquitao, Taguanes, Bárbula, Las Trincheras, Barquisimeto, Araure, la primera Carabobo, Comoruco, El Yagual, Achaguas, Semen, Maturín, el Morro de Barcelona, y decenas más de acciones bélicas le vieron impasible frente al enemigo, con aquel coraje sereno e inquebrantable que fue su característica. Sus restos reposan en el Panteón Nacional desde el 16 de mayo de 1876. 

Su gloria fue el legado de honestidad y entrega a la patria, su nombre ha sido inmortalizado en diversidad de Ordenes y condecoraciones, además de Plazas, Universidades, Escuelas, Puentes, autopistas, Museos, Plantas Hidroeléctricas, Barrios, Urbanizaciones, Calles y Avenidas, Asociaciones, Puertos, Hospitales, Parcelamientos, Cooperativas, Promociones varias, Base Aérea, Arte, etc, etc

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